Cómo planifico una página de cómic

Una página de cómic no se improvisa. Aunque parezca espontánea, hay muchas decisiones detrás: composición, ritmo, ángulo, narrativa. Hoy te explico cómo afronto este proceso desde que recibo el guion hasta que dejo lista la página final. No hay una única forma correcta, pero esta es la que me funciona y quizá te sirva también.

1. Leer el guion con ojos narrativos

Antes de dibujar, me detengo en entender el ritmo. ¿Es una escena rápida? ¿Pausa emocional? ¿Hay acción o diálogo clave? En base a eso, imagino cómo se moverá el lector dentro de la página. Este paso es clave: si lo salto, la página puede quedar técnicamente correcta… pero narrativamente vacía.

2. Boceto de viñetas y encuadres

Paso al papel (o iPad) y hago un layout en miniatura. No me obsesiono con el detalle, sino con el orden y tamaño de viñetas. Aquí decido qué mostrar y qué sugerir. No todo debe dibujarse. Lo importante es dirigir la mirada. Un mal encuadre puede arruinar incluso el mejor dibujo.

3. Trabajo el ritmo con la forma, no con palabras

El ritmo no está solo en los diálogos. Lo marco con espacios en blanco, con gestos, con el número de viñetas. Una pelea puede durar cinco viñetas o una, depende del impacto que busco. Me fijo en cómo fluye la lectura visual, porque si se interrumpe, se rompe la historia.

Planificar bien una página ahorra tiempo, mejora el resultado y da sentido al dibujo. No se trata de hacerlo perfecto, sino de contar bien. Y eso empieza mucho antes de entintar. Si quieres practicar, empieza con guiones cortos y analiza cómics que te gusten: verás que la magia está en cómo se narra, no solo en cómo se dibuja.