No necesitas los mejores materiales para empezar, pero sí es importante saber qué usas y por qué. A lo largo de los años he probado de todo: lápices, tintas, tabletas, papeles. Hoy te muestro cuáles son mis herramientas favoritas y cómo las utilizo en mi flujo de trabajo, tanto analógico como digital.
1. Lápices y papel para bocetar
Sigo trabajando mucho a lápiz. Uso portaminas 0.5 con mina HB o 2B y papel tipo Bristol o cartulina satinada. Me gusta ver el trazo, corregir rápido y sentir el ritmo de la mano. No hay nada más claro que un boceto físico para pensar visualmente.
2. Entintado digital: pinceles personalizados
Trabajo con iPad y Procreate, aunque también uso Clip Studio Paint. Tengo pinceles propios que simulan tinta real. Elijo el entintado digital por su limpieza y rapidez, sobre todo cuando hay correcciones o deadlines. Me permite más control sin perder expresividad.
3. Colores y retoques finales
Para color uso Photoshop con paletas limitadas. No me gustan los efectos recargados. Prefiero tonos planos, con sombras simples que den volumen sin distraer. El retoque final es mínimo: contraste, saturación y pequeños ajustes si el archivo va a imprenta.
El material no hace al artista, pero sí puede ayudarte a fluir. Encuentra lo que se adapta a tu estilo y tu ritmo. La herramienta correcta es la que te deja pensar en la historia, no en el trazo. Y eso, con el tiempo, se nota en cada página.